viernes, 28 de octubre de 2011

Rincones de la ciudad

Empiezo una serie repleta de puertas y ventanas. Me atraen. Las he ido acumulando durante mucho tiempo, como recuerdos de viajes y más recientemente como regalos inesperados que harán que siempre las relacione a personas y no a lugares.
Esta puerta me es muy cercana, literalmente, está muy próxima a mi casa. Quizá por eso ha tenido que ser otra persona la que la "descubriera".
Quiero dar las gracias a Aurangzeb Haneef que, cámara en mano, supo encontrar la belleza en los rincones de la ciudad.

domingo, 9 de octubre de 2011

Para Aida

Nos conocíamos desde la escuela, pero fue en el instituto dónde nos hicimos amigas. Al terminar, nuestros caminos se separaron. Ella cumplió su sueño : atravesar el "Gran Charco" e irse a vivir a América, y ahora tiene allí su vida y su familia.
Pero este internet nuestro ha conseguido que volvamos a encontrarnos, nos ha dado la oportunidad de retomar esa amistad, de asombrarnos ante lo que encontramos nuevo en nuestras vidas y por supuesto de rememorar ( y reírnos mucho) de lo que compartimos,
Uno de esos recuerdos tiene especial significado para mí. En un cumpleaños me hizo un regalo que me impresionó, me regaló un lienzo...¡un lienzo! En esos días yo llenaba hojas y hojas con mis lápices de colores, y el tener ese regalo entre mis manos me maravilló.
Pensé que jamás lo usaría, el salto de los lápices al lienzo era para mí todo un abismo. Así que allí se quedó, en un estante de mi habitación, durante años.
Con el tiempo vi que el secreto no era saltar sino caminar, paso a paso, salvando el abismo, y aunque he usado otros lienzos, nunca me decidí a utilizar mi regalo. Hasta ahora.

Te lo mando, atravesando "el Charco", lleno de las aceitunas de nuestra tierra. Ahora entiendo que lo he reservado durante casi 30 años, para poder devolverte el maravilloso regalo que me hiciste...y sabías que usaría.